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La calefacción a leña es considerada uno de los sistemas más recomendables dado que aporta un calor ambiente seco.

Cuando se considera que una estufa convencional con un funcionamiento óptimo alcanza un rendimiento del 40 %, con una estufa construida en hierro este aumenta al 60 % y con un calefactor se llega al 90 %.

Nuestra empresa cuenta con un equipo técnico que con gusto se acercará a su domicilio con el fin de asesorarlo en su proyecto tanto en lo que refiere a la elección del modelo, del tamaño y del lugar de instalación del mismo para obtener la mayor eficiencia y rendimiento, este se coordina según sus necesidades y sin costo alguno.

Sí, si bien la instalación puede realizarla cualquier persona nosotros ofrecemos este servicio brindado por técnicos con años de experiencia y con las garantías correspondientes.

Si bien se puede utilizar cualquier tipo de leña se aconseja el uso de leña lo más seca posible y de preferencia aquella con menos porcentaje de resina ya que la misma genera mayor caudal de residuo que aumenta la necesidad de mantenimiento de los caños.

Es de vital importancia que se realice el deshollinado del caño y limpieza del calefactor en forma periódica en la temporada de uso, así como que permanezcan completamente limpios durante los meses que no será usado el mismo. A tales efectos se entregará con cada equipo un Kit. diseñado para simplificar y agilizar dicha tarea así como garantizar su efectividad, esto aumentará la vida útil y evitará molestias y gastos innecesarios. En las estufas este mantenimiento será suficiente si se realiza una vez al año una vez terminada la temporada y se deberá, además, lubricar el sombrero en caso que este sea giratorio.

Los calefactores, por ser totalmente cerrados resultan absolutamente seguros ya que impiden toda posible fuga de gases, humo o chispas producidas en la combustión.

Los calefactores son equipos diseñados para permanecer en funcionamiento ininterrumpido las 24 hs. del día y durante toda la temporada, en este régimen de funcionamiento se calcula que tengan un consumo entre 30 y 40 Kg., por día, pudiendo este variar según la forma de uso.

La autonomía de cada equipo está determinada por su capacidad real con la cual guarda una relación directa, en los calefactores Flandes esta varía entre 6 y 12 hs. dependiendo del modelo.

Posiblemente la primera vez que el equipo sea usado despida un olor particular y también puede observarse en la habitación que hay «humo», en realidad esto es provocado por la reacción de la pintura al tomar temperatura, no es tóxico y desaparece en poco tiempo no volviendo a producirse aunque el equipo se apague y vuelva a encender.